San Diego

Llegamos a San Diego en tren desde Los Ángeles, donde a Carlos y a mí nos esperaban dos preciosidades americanas para enseñarnos lo mejor de la ciudad.
Sufeamos, en una playa que sólo los locales conocen; atardecer y olas para volver a sentirnos los dioses del mar.
Nadamos con "leopard sharks", tocamos uno (muy rapidito...) nos dicen que no muerden, pero son tiburones! y acojonan...
Las rutas caminando nos preparaban para los próximos días.

La mañana siguiente, de madrugada, cogimos el coche que se convertiría en un auténtico hogar.


extract notes: "Surfing USA", Beach Boys.





En Ruta


El viaje empezó con uno de los tramos más largos en coche.
En el que Kelsey empezó a elaborar la "bucket list", que aumentaría inesperadamente con situaciones incluyendo policía, o... osos..
Saliendo de California, llegamos a Utah y después a Arizona. Aquí empezó el calor asfixiante, y el paisaje de carreteras rectas y desierto que siempre habíamos visto en películas.
En el camino vimos búfalos!! (esta vez no tocamos ninguno).

Manu, te acuerdas cuando jugábamos en la Nintendo al "Cruising USA"?, ha sido jugárselo a topee!!
Esta es la carretera 15, con destino al Gran Cañón.


extract notes: "Get Rhythm", Jonny Cash.






Grand Canyon


Fuimos a la parte Norte, allí hay menos turistas que en el lado sur, es más salvaje, fue impresionante llegar desde un bosque, donde pensábamos que nos habíamos perdido.
LLegamos al atardecer.

Los colores iban apagándose poco a poco, de naranjas a azules proyectándose en la roca.

Sentir el viento, oirlo. 
Sentir el vértigo, pero las ganas de seguir escalando. Me senté en una roca, muy alto, no mires mamá. 
Colgando los pies sobre la brecha del mundo. 
Rodeado de tanta grandeza, no me sentía pequeño; me sentía parte de ella.
"Respira hondo..."
Yo también cerré los ojos... No sé si a esto se le llama meditar, o qué... Pero pensé en vosotros. En ese momento estaríais todos dormidos... Y así os imaginé, durmiendo, y sonriendo. felices... y envié esa imagen al universo, desde un lugar privilegiado.

Por la noche, después de montar la tienda ilegalmente en un camping (no sería la última..) fui con Carlos a caminar. Había una luna que iluminaba el camino completamente, imposible sacarlo en fotos, no con un iphone, pero son imágenes ya grabadas para siempre.


extract notes: "The Canyon", 127 Hours Soundtrack.







Sun Rise



Vimos amanecer.
La roca se calentaba, empezaba el calor otra vez.
Hicimos la ruta "Imperial".
Espacio abierto que no dejaba de fliparnos.
En las fotos..
Kelsey
Yo
Carlos
Megan Y Kelsey









unas 127 horas



había que hacer la coña
Victor, Patri, Jose! Sí salimos con los brazos en alto! 

Esa noche llegaríamos a Las Vegas
Sería un tremendo contraste cambiar estrellas por luces de neón.




Las Vegas


Las Vegas...
Las luces surgidas del desierto centelleaban en nuestros ojos brillantes.

Sólo teníamos una noche.. y cada una de sus horas.
Impacientes, gastamos dinero en bebidas caras y tiendas de lujo. Armani. Prada. Gucci.
Caminamos frente a la fuente bailante del Bellagio, confundidos por grandes monumentos que creíamos únicos en otro lugar del mundo.

Brindábamos ebrios de confianza por una palabra: APOSTAR....
Apostar por nosotros.. Apostar por atrevernos a perder el control.. 
Apostar toda nuestra flamante y abundante fortuna...
El Bellagio fue el lugar elegido donde chicas recostadas en nuestros hombros nos susurraban suerte al lanzar los dados.
El color rojo nos haría ricos, en una ruleta en que cada giro aumentaba la adrenalina en sangre.
¡¡¡Hagan juego!!! Alcohol, drogas, noche... Una combinación que jugó con nosotros como nosotros con ella.
Potentes adversarios, aliados de la ciudad del pecado y la perversión.
Caímos en la trampa... y el color negro nos llevó a la ruina...
Perdimos el dinero...
Lo perdimos todo...


(facts related before are kind of ficción)







GoldField


De camino entre Las Vegas y Yosemite nos topamos en mitad de la carretera 95 con un sitio super auténtico, Goldfield, un pueblo minero medio abandonado en el estado de Nevada.
Paramos el coche para verlo de cerca. La única persona que vimos fue al dependiente de una tienda que tenía desde oro hasta polvora o huesos de animales, el tio se llamaba Bill, Bill!! 
El tio Bill que nos dijo con voz cascada: sois los primeros españoles que veo en todo el año.. (y seguramente los primeros clientes del día). "We made his day" -dijo el bueno de Bill.
Posó amablemente para la foto, qué tio, Bill...

Aprovechamos el escenario.





On the road

Nos pasamos todo el día en carretera, y lo disfrutamos tanto como cualquier otro. El camino también es importante.
El coche ya había adoptado la imagen de algo más, con botellas de agua por debajo de los asientos, almohadas y mantas en las ventanas para taparnos del sol.
Nos perdimos. Nos encontramos.
Vimos caballos salvajes.
Los paisajes y la música ponían fondo a confidencias e historias, y a las inesperadas preguntas de Kelsey, que hicieron que nos conociéramos más a fondo de lo que esperábamos.
El atardecer desde el coche fue espectacular.
Por la noche llegamos a Yosemite, y acampamos (por la cara) (otra vez).






Yosemite

A Yosemite lo llaman "The Cathedral of Nature", y es el antiguo emplazamiento de los Indios Navajo.
Los paisajes y las cascadas son impresionantes, nos bañamos en una llamada Bridalveil Fall, de 188m de altura, nada comparado con la que vimos después, Upper Fall, de 440m.
Le saco una falta, y es que está demasiado "preparado", mucho turista, masificado.
Se metió el sol, y encontramos una playita al lado de un río donde nos sentamos a comer algo...
Y aquí es donde sucedió la famosa historia con el oso.
No os lo voy a contar aquí porque quiero ver vuestras caras cuando lo haga,
pero recordad esta frase: "GUYS... THERE IS A BEAR... COMING TOWARDS YOU..."






San Francisco

Pasear por las calles de San Francisco ya es de por sí un gustazo, ver su arquitectura, sus calles serpenteantes, subirse al tranvía y hacer el payaso.
San Francisco es una acertada mezcla entre lo elegante y lo bohemio.
En Japan Town estaban de celebración, comimos allí e intentamos averiguar qué se celebraba, ojos rasgados que asentían sin dar ninguna explicación.
Fuimos a caminarnos la ciudad, músicos de Jazz por las calles y tiendas fuera de nuestro alcance con objetos de diseño. 
Entramos en el hotel de Philippe Starck, un diseñador muy apreciado entre la gente con clase y estilo, famoso por ese exprimidor que parece un alien, entre otras cosas.

En el muelle vimos Leones marinos.
Con vistas a Alcatraz, una tienda enorme de chocolate. No sabíamos que el chocolate allí era famoso... y ya sabemos por qué lo es... buff

Al día siguiente, atravesábamos el Golden Gate en dirección a un parque de Red Woods, árboles milenarios.







Red Woods

Adentrarse entre estos árboles y abrazar uno de ellos estaba en la bucket list, y quedaban dos días para realizarlo todo..
Allí vimos gnomos... Que no, que es broma...

Esa noche dormiríamos en otro motel de carretera.
Al día siguiente volveríamos a ver caballos salvajes y carreteras largas, pero ya con otro punto de vista, recorreríamos el último tramo y más largo, que nos llevaba a Los Ángeles.






Nice shoot

Kelsey ha sido mi musa con las fotos.
No hace falta decir por qué..

Dentro de un "Red Wood"

En el motel

Después de la ruta en Red Woods.

Yosemite Fall